Sobre la simpleza de Google

A veces me cuesta explicar mi devoción por Google. No siempre alcanza con decir que me apasiona su simpleza, así que un par de buenos ejemplos tendrán que demostrarlo. Porque en definitiva, no se trata sólo de tener la mayor cantidad disponible de información, sino sobre todo, de saber administrarla. Y sería demasiado básico pensar que Google es sólo un search engine, hoy ya es una plataforma completa de servicios y productos que buscan “organizar la información mundial y hacerla universalmente accesible y útil”.

Hablando en términos de Marketing, Google entendió como satisfacer las necesidades de información de los usuarios y desarrollar en torno a eso, su propio negocio (publicidad que molesta poco). Y la revolución partió desde su producto origen: el buscador que optimizó la forma de buscar en Internet. Una simple pantalla blanca con un logo y un campo de search. Nada más. Desde ahí, construyó su imperio cada vez más amplio y desde entonces, todo lo que hacen los competidores parece ser un “me too” del precursor. Si hasta el mismísimo Microsoft para no desaparecer definitivamente de ese terreno tuvo que lanzar recientemente un nuevo buscador (Bing), que no parece de ellos. Hace un par de post se comentó el dominio abrumador de Google en este aspecto y el avance lento del Chrome en la batalla de los navegadores. Pero allí, aunque el share todavía no lo demuestre, una vez más la complejidad del Explorer es aparatosa ante la simpleza del Google Chrome.

Pero más allá de esos dos polémicos y discutibles ejemplos, hay otras aplicaciones que demuestran que las cosas pueden ser más fáciles y accesibles:

1- Google Maps vs. MAPRED:
En su momento, MAPRED era un gran producto: efectivo, preciso, completo. Para hacer una búsqueda de calles o trazar un recorrido era, sin dudarlo, la primera opción. Y daba resultado. Hasta que llegó Google Maps y lo que otrora era la mejor alternativa, ahora se volvió complejo, lento, pesado, antiguo y hasta incómodo. Es cierto que el negocio de MAPRED pasa por otro lado, pero teniendo la plataforma desarrollada podrían haberla optimizado. Y sin embargo, desde que se lanzó no se aggiornó ni una vez. Y si aún no lo hizo, pruebe Google Maps.

2- Google Movies vs. cinesargentinos.com:
Cinesargentinos.com, la web de los cinefilos argentinos, es probablemente la página más completa que hay sobre los cines del país. Su menú incluye Cartelera, Críticas, Próximos Estrenos, Horarios e Información completa de las salas. Se encuentra absolutamente toda la información necesaria, pero sin embargo, no puede ser más lenta, pesada y compleja. Y la navegabilidad deja demasiado que desear: es antinatural, por ejemplo, que uno entre via Horarios y no pueda hacer un click directo para ver la información de la película de su interés. Y recientemente Google Movies comenzó a ofrecer data de nuestro país (siempre la primicia es de Denkenüber). La descripción serviría para cualquier otro servicio de esa compañía: incluye los datos que tiene que incluir (no sobra nada, pero tampoco falta), es sencilla, rápida y fácilmente navegable. Recomendado para la consulta via Internet e ideal desde el celular. Si aún no lo hizo, la próxima vez que vaya al cine consulte el horario en Google Movies.

3- Gmail vs. Hotmail:
Generalmente cambiar el mail es un cambio muy costoso si uno se ve obligado a resignar su dirección de e.mail. Pero a veces, es necesario. Y una serie de opciones (importar la libreta de direcciones y cambiar el reply-to, por ejemplo) hacen que la transición no sea tan engorrosa. Hay al menos tres funciones de Gmail que alteran la forma que normal de administrar los mails y que, para variar, hacen todo más fácil. Primero, los mails se agrupan en conversaciones bajo el mismo subject (Calito es el abanderado número uno de esta función). Lo cuál hace que la lectura de los mismos sea más ordenada y con el criterio lógico de leer por tema, no por fecha u hora. Esto es especialmente útil para quienes no están permanentemente online. Y una vez que se acostumbra a leer los mails de esa manera, ya no hay vuelta atrás. El segundo concepto es el de Etiquetas: Gmail destruyó la idea de Carpetas y en su lugar lo reemplazó por la idea de etiquetar los mails en lugar de encarpetarlos. Esto permite poner más de una Etiqueta a algún mail y que su búsqueda sea mucho más práctica (las Carpetas obligan a duplicar el mensaje para tenerlo en más de una). Si los sistemas de Microsoft utilizasen algo así en lugar de las ya viejas Folders, la administración de las PC sería mucho más rápida y fácil. Y finalmente, Google destrozó el límite de almacenamiento. Lo que en algún momento era limitado (y hasta por lo que Microsoft quiso cobrar con el Hotmail Max), Google lo ofreció libre, gratis e ilimitado. Si utiliza un webmail y todavía tiene alguna duda, pruebe Gmail.

Sólo tres ejemplos de la simpleza de Google que se refleja coherentemente desde el diseño hasta en las funciones, ida y vuelta. ¿Exagero?
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